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SEÑOR, TRANSFÓRMAME, es un esfuerzo intencional de todos los empleados y miembros laicos de la Iglesia Adventista en la División Interamericana, de vivir la vida Cristiana a través del poder del Espíritu Santo en armonía con Romanos 12:2: “Y no os conforméis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que podáis comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. A través de la renovación de la mente, experimentan reforma en la forma en que viven, interactúan y prestan servicios. Como resultado de esta renovación, ejercen sobre otros su influencia en forma deliberada para que acepten a Jesús como su Salvador y se conviertan en discípulos de Cristo.

 

REFLEXIONES TEOLÓGICAS

El mundo actual en el que vivimos es considerado como “siglo malo” (cf. Gál. 1:4; 2 Cor. 4:4; Efe. 2:2). Se considera como contrario al “mundo por venir” (cf. Mat. 28:20; Heb. 1:3; 1 Juan 2:15–17).

Los seguidores de Cristo enfrentan el desafío de contender con estos dos mundos al mismo tiempo. A través de las atracciones de la realidad diaria y la naturaleza pecaminosa, se sienten coaccionados a conformarse a este siglo malo presente. Ante esta coacción, acceden ya sea de buena gana o con vacilación. El apóstol Pablo exhorta en su consejo en Romanos12:2 a no continuar siendo como el sistema cambiante y caído del mundo (la vieja era de rebelión) del cual todavía son parte físicamente, sino a cambiar radicalmente a la semejanza de Cristo (la nueva era del Espíritu).

Este consejo, que se presenta en forma imperativa con el comando negativo “no os conforméis”, pide a los creyentes en Cristo que dejen de conformarse a este presente siglo malo al cual se adhieren al presente. Dice Elena G. White: “Sólo la gracia de Dios puede convencer y convertir el corazón; los esclavos de las costumbres pueden obtener poder sólo de él para quebrantar las cadenas que los aprisionan. Es imposible que una persona presente su cuerpo como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, mientras continúa practicando hábitos que lo privan de su fortaleza física, mental y moral” CSI 22.

En Romanos 12:1-15:13, el apóstol Pablo enfatiza el concepto de justificación por la fe. Acentúa la idea de que el cristianismo es una forma de vida y que la vida cristiana es una respuesta obediente a la gracia de Dios. Esta respuesta se manifiesta en una verdadera y significativa adoración (Romanos 12:1–2), que consiste en un sometimiento total y una participación vital en 8 la vida de la iglesia. En este sentido, el cristiano reconoce su dependencia de Dios y de unos y otros (Romanos 12:3–5), usa sus dones, dados por Dios a través del Espíritu Santo, en bien de los demás (Romanos 12: 6–8) y practica el verdadero amor en todas sus relaciones personales (Romanos 12: 9–21). A través de su llamado a “Ser Transformados”, del versículo 2, el apóstol Pablo hace un llamado a los cristianos a dedicar su vida entera a Dios.

La base de este llamado se funda en la misericordia de Dios (12:1). Como creyentes transformados en su mente y conformados a la imagen de Cristo a través del poder del Espíritu Santo , (Tito 3:4-7), desarrollarán una cercana relación con él (Marcos 3:13-15), serán capaces de discernir la justicia de Cristo (Malaquías 3:17-18), de participar activamente en la misión de Cristo (Mateo 28:18-20), de comunicarse en forma honesta y saludable con la comunidad de fe (Efesios 4:29), y procurarán activamente alimentar a otros en la fe (Juan 15:16). Solamente a través de la renovación espiritual pueden los creyentes hacer la voluntad de Dios (1 Tesalonicenses 5:16-18).

 

CINCO PRINCIPALES COMPONENTES DE “SEÑOR, TRANSFÓRMAME” :

 

1.  SÉ TRANSFORMADO Y VIVE

2.  EXPLORA Y APRENDE

3.  CONÉCTATE Y COMPARTE

4.  PROCLAMA Y COSECHA

5.  CONSERVA Y FORMA DISCÍPULOS

Radio Adventista Maranatha

Una Voz de Esperanza

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